Nos llega este testimonio de un padre y su hijo. Es impactante:

Es una bella historia la que está detrás de este ejemplar del «Padre Pío, el amigo de Jesús». Es un regalo de Bautismo y el que lo ha recibido lo puede leer: tiene doce años. Por muchas causalidades -como diría José María Zavala, el autor del cuento- ha acabado en sus manos. Primero fue que su padre, nada religioso, y él, menos todavía, aceptasen insospechadamente la propuesta de peregrinar a Međugorje de una bellísima persona, pariente de ellos. Luego fue algo muy común allí: que el padre se confesase después de más de cuarenta años y su rostro curtido por el duro trabajo saliese radiante tras su reconciliación. Tras ese don, en el hijo nació una imperiosa necesidad por bautizarse. Además, recibieron un regalo inesperado en esos días en Međugorje: ver bailar el Sol. Ya de vuelta a España se ha bautizado y no solo él; convenció a su mejor amigo de que tambien se bautizase y, así, ambos son ahora sacerdotes, profetas y reyes, hijos de Dios. LAUS DEO.

Para mí, es una historia que me llena de emoción y que me alegra haber sido testigo de ella.

Puedes conseguirlo en librerías y en Amazon: