CARTA A Margherita Tresca, Ep. III, 219

Hijita mía, no temas nada en relación con tu espíritu. Todo es obra del Señor; y, por tanto, ¿de qué puedes tener miedo? Como consecuencia, déjale actuar, incluso cuando no sientas que debes dejarle actuar; es decir, acepta con resignación la voluntad de Dios, también...