LA TRANSVERBERACIÓN DEL PADRE PÍO

Querido lector, nos gustaría compartir contigo tantas noticias, cartas, audios, testimonios, enseñanzas,… pero se nos hacen cortas las letras y, tememos ser un peso para ti. Sin embargo, hoy es un día muy especial, así que, esperando que llegues hasta el final de estas letras, nos atrevemos a escribir un post un poco más largo con varios contenidos en uno.

Vamos a empezar a leer de una manera sencilla y calmada, ¿te parece?

¿Qué significa la palabra «transverberación»? «Acción de traspasar a alguien de parte a parte con un arma u objeto puntiagudo; se aplica especialmente a los padecimientos místicos» (RAE). Ahora sí, una vez entendida esa palabra te será más sencillo seguir leyendo.

La tarde del 5 de agosto de 1918 el Padre Pío recibió la gracia de la transverberación, también llamada por algunos el «asalto del Serafín», es decir, una herida de amor o mística sobre su costado en forma de X y aproximadamente de 7 cm. Dicen que la herida de amor abrasa el ama traspasándola hasta el fondo, y el alma es invadida por una suavidad dulcísima.

El Padre Pío recibió esta gracia en su celda de San Giovanni Rotondo. El 21 de agosto escribió a su director espiritual, el padre Benedicto de San Marco in Lamis, y en su carta le contó lo sucedido:

«Por obediencia me decido a manifestarle lo que su­cedió en mí desde el día cinco por la tarde, y se prolongó durante todo el seis del corriente mes de agosto.

No soy capaz de decirle exactamente lo que pasó a lo largo de este tiempo de superlativo martirio. Me halla­ba confesando a nuestros seráficos la tarde del cinco, cuando de repente me llené de un espantoso terror ante la visión de un personaje celeste que se me presenta ante los ojos de la mente. Tenía en la mano una especie de dardo, semejante a una larguísima lanza de hierro, con una punta muy afilada y parecía como si de esa punta saliese fuego. Ver esto y observar que aquel per­sonaje arrojaba con toda violencia el dardo sobre mi alma fue todo uno. A duras penas exhalé un gemido, me parecía morir. Le dije al seráfico que se marchase, porque me sentía mal y no me encontraba con fuerzas para continuar.

Este martirio duró sin interrupción hasta la mañana del día siete. No sabría decir cuánto sufrí en este perio­do tan luctuoso. Sentía también las entrañas como arran­cadas y desgarradas por aquel instrumento, mientras todo quedaba sometido a hierro y fuego. Desde aquel día estoy herido de muerte. Siento en lo más íntimo del alma una herida siempre abierta, que me causa continuamente un sufrimiento atroz».

El Padre Pío pensó que era un castigo divino, pero la respuesta de su director fue contundente: «Todo lo que ocurre en ti es efecto del amor, es prueba, es vocación a corredimir y, por tanto, es fuente de gloria.»

A través de la transverberación el Señor asoció al Padre Pío a la pasión de Cristo hasta el último día de su vida terrena, y él, siempre le dijo que sí.

Este día es importantísimo para el Cielo, ya que son muchísimas las personas en las que se han dado auténticos milagros: almas totalmente alejadas que se encuentran con el amor de Dios (entre los apartados de esta web puedes encontrar la conversión de José María Zavala que, como diría él, no ocurrió por casualidad en este día, sino por causalidad), almas liberadas de las garras de Satanás, almas con miedos atroces han sido fortalecidas, almas que han recibido sueños divinos indicándoles el camino,… Parece ser que el Cielo se viste de Fiesta en este día.

Hoy la Iglesia celebra la dedicación de la Basílica Santa María la Mayor en Roma. Esta es la más grande dedicada a la Virgen María en Roma. Fue construida después del Concilio de Éfeso (431) cuando ella fue proclamada Madre de Dios. Cada 5 de agosto se celebra la consagración de la iglesia que es la más antigua en occidente dedicada a la Madre.

Aquí se encuentra la Virgen María bajo el título «Salus Populi Romani» cuya intercesión es poderosísima desde que acabó con una plaga en Roma al ser sacada en procesión.

La Basílica es también conocida como la Iglesia de Santa María las Nieves gracias a un milagro. Será largo que sigas leyendo, pero estamos seguros de que quieres conocer el milagro, por ello, lo resumimos: sobre el siglo IV unos esposos ricos y entregados a Dios le suplicaban que su matrimonio fuera bendecido con un hijo, porque su herencia no tendría herederos. Pasaron los años y no tuvieron descendencia. Ambos tomaron una preciosa decisión: nombrar a la Virgen María como heredera y le pidieron que les guiara.

La Madre no tardó en escuchar a sus dos hijos, con lo cual, se les apareció la noche del 4 de agosto -pleno verano- indicándoles que deseaba que construyeran una Basílica en el Monte Esquilino, ella señalaría el lugar con una nevada. A la misma vez, se le apareció al Papa Liberio indicándole lo mismo.

Es imposible que nieve un cinco de agosto cuando el calor es sofocante, pero la ciudad entera pudo ver un terreno con nieve en ese Monte. Era el espacio que debía utilizarse para la construcción que pidió la Virgen María; una vez visto y tomadas las medidas, desapareció la nieve.

En este día, es tradicional una lluvia de flores que recuerda el «Milagro de la Nieve».

Como ves, querido lector, hoy es un día especial para la Iglesia, para los devotos o hijos del Padre Pío y para la Virgen María, pues, aunque miles de fieles esperan la voz de la Madre Iglesia sobre las apariciones de la Gospa en Medjugorje, en agosto de 1984, afirmó que su nacimiento ocurrió un 5 de agosto, y que estaba feliz y radiante por celebrarlo con todos sus hijos. Entonces, el Cielo tiene motivos para hacer fiesta en un día como este.

Pedimos a la Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señor de las Nieves, que tengas un santo día, donde se dé un milagro en tu vida o en la de quienes tú supliques. Sin olvidar que, el mayor milagro es acoger el amor de Dios para siempre.

SIEMPRE.

Autora: Patricia

Imagen: Transverberación del Padre Pío. Interpretada por Am. Koo.